Te das vuelta
y un aire despiadado rompe las calles intransitables,
los ojos que no te ven se nublan,
y las manos que no te tocan se convierten en esclavas de las letras,
las palabras desesperadas gritan, sudan obsesión y locura,
pero cuando alcanzó a oír tu voz a lo lejos un color se esparce
y reafirma la locura del sentir, reafirma mi obsesión.
Locura que cuesta, intocable y transparente, liviana y ardiente.
Amor casi mío, sudo escribiendo esto porque no han pasado tres horas
y ya me asfixio, no han pasado dos horas y ya me retuerzo me estiro,
no ha pasado una hora y ya me estoy desdoblando,
te despides y ya siento que voy muriendo
en cada paso, en cada suspiro, en cada parpadeo, en el ultimo beso.