Los mensajes son más que obvios
tan cristalinos como el agua
tan puros y sinceros;
como el brillo de una mirada.
Las velas se encendieron
tu sabrás si las apagas
pues solo tu poseés el viento
que extinga mi rastro de tu mapa.
No hay más que decir de mi parte
tu tienes la última palabra
ni siquiera diré...\'no tardes\'
ni me internaré en el lamento de la esperanza.
(¡Es que es tortuoso!)