El dolor y el enojo son ahora agobiantes.
Los recuerdos son verdugos despiadados.
¡Están equivocados!
Recordar no sana el alma,
Sólo recuerdo miseria y engaño.
Sentir odio es hoy mi vocación.
Ahora me siento a charlar con la venganza
En las frías noches de memorias.
Acabo de terminar una partida de ajedrez con la nostalgia
Y ha salido vencedora.
Echar un vistazo atrás ya no es enternecedor.
Es, por desgracia, perjudicial.
Retroceder en mi mente
Es firmar un pacto criminal en mi contra,
Es atar la soga a mí cuello
Y permitir que la lealtad tumbe la silla en la que me apoyo.
Siento odio, siento ira.
Veo timos, veo juegos.
Me rodean fantasmas vestidos de cinismo.
Me abraza el dolor, emocionado, orgulloso.
Dolor, pena, aversión
Mi nuevo banquete.
Rencor, infortunio, fraude
Mis compañeros de habitación.
Repulsa y remembranza bañada en desprecio
Alimentan lo que soy ahora.