ARRESTOS
Mi vida fue muy fogosa, recuerdo tanta abundancia,
mis años mozos lucían, a todas horas muy prestos,
en bellos ojos obtuve, reflejos siempre dispuestos:
¡amé con todas mis ganas, y nunca usé la arrogancia!
En copas fui generoso, y al sexo puse fragancia,
de cada día distinto, en mí sobraban arrestos,
deseos siempre llevaba, haciendo fila y enhiestos:
¡buscar mi cuerpo tú ansiabas, unidos fuimos la estancia!
Sorbiendo estoy buen anis, destila en mi alma el poema,
adentro siento que fluyen, aquellas termas de otrora:
¡dispuestas de oque a apagar, aquel calor que te quema!
Y puedo alegre observar, que el rayo más se demora,
así parezca atrevido, crear el vate su tema:
¡igual la vez primigenia, que supe qué se desflora!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.