Nunca tendré todas las respuestas
para la vida y su devenir diario,
ni tampoco puedo darte soluciones
para los problema que en ocasiones te aquejen.
No tengo la palabra exacta para que sea certera
para tus temores y dudas.
Puedo solamente escucharte,
compartir esos momentos contigo.
Sé que no tengo las manos precisas para ponerlas
en el pasado tuyo, futuro tuyo, y cambiarlo.
Sin embargo cuando me necesites allí estaré,
a tu lado en cuerpo, alma y vida.
Sé que no puedo corregir las sendas para que no te tropieces.
Puedo ofrecerte estos brazos e irnos caminando juntos, sin caernos.
Lo tuyo es tuyo, derrotas y triunfos que logres a diario,
te digo que disfruto ese hecho de que seas feliz.
No estoy para juzgar, recriminar todas tus decisiones
para tu buen vivir, sólo quiero estar ahí.
Sólo estoy para ayudarte y estimularte, y se me lo pides te ayudo.
Sé bien que no puedo ponerte límites por los cuales debas actuar.
Pero te puedo ofrecer ese espacio, mi espacio y tú ofreciéndome el tuyo.
Sé que no puedo evitarte algún sufrimiento, pena, tristeza
cuando sientas el corazón partido.
Puedo acompañarte en tu llanto, en tu silencio,
de ese modo para recoger todo lo perdido, todos los pedazos,
para armarlos de nuevo.
“no puedo decirte quien eres ni quien deberías de ser”.
Sólo estoy para sentirte, saberte, ser tu amigo .
No pretendo nada con todo esto, sólo quiero decirte: cuenta conmigo.
© D. Valencia Tobón. Reservado todos los derechos de autor.