Ella me dijo:
Mauro enrique, cuando este en Madrid
te mando a ver para seguirnos amando,
ya han pasado cinco años,
y su ausencia como me gusta,
porque vivo feliz en mi lindo ecuador.
Aùn espero por su promesa,
porque en mi vive el amor que nos dimos
ese amanecer entre playa, mar y arena
a la luz de la luna,
ella fue testigo de nuestro amor.
Seguirè esperando su llegada
y mientras tanto vivirè del recuerdo
de cuanto nos amamos esa noche.