Tras estos años, solo quería seguir adelante y tocar aquello que no podía alcanzar, aunque nunca conseguí saber que era exactamente.
Sin saber de donde venían estos obsesivos pensamientos, simplemente seguía vagando.
Entonces un día, me di cuenta que mi corazón se marchitaba y no había mas que dolor.
Y entonces, una mañana, cuando me di cuenta de que había perdido completamente mis sinceros y agudos sentimientos de hace mucho tiempo, supe que había llegado a mí limite.
Y renuncie a lo desconocido para sufrir en silencio.