Mauro Enrique Lopez Z.

Magia de mujer

Que alegrìa tengo

luego de mi estado delicado de salud,

en el centro de salud

allì encontrè una lindura de mujer,

que resultò ser la doctora

ella me preguntò:

¿dònde te duele?

¿eres alèrgico algùn medicamento?

Yo le respondì con una mirada:

 una linda dama como usted

puede contagiarme de ilusiòn,

y ella sonriò y cambio de color.

Hasta mis achaques se me fueron,

solo me recetò una pastilla

para que me controle la presión.

Hoy esos dolores ya no estàn en mi,

pero su hermosura me dejò inspirado.

Quisiera de nuevo otra vez

sentir el suave toque de sus manos

que no se han ido de mi piel.