No te enamores nunca,
No te enamores jamás.
Que la sonrisa tierna,
De esa niña ingenua,
Si, se puede marchitar.
Que esos ojos grandes
Tan dulces y brillantes,
Se podrían empañar,
De tristes lágrimas,
Que tardarían en secar.
Que tu corazón que hoy palpita,
Encendido por esas llamas,
Mañana solito las quemará,
Y quedarán en cenizas...
Sé que por mucho que te lo diga,
Caso no me harás.
Que deseando no querer,
Terminarás queriendo.
Que anhelando el desamor
Acabarás amando.
Que, poquito a poco,
Sin prisas y sin saberlo,
Tú de él te enamorarás.
Y cuando lo hagas,
Ya no podrás dar marcha atrás...
Filia Stellae.
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