Carruaje de sueños despiertos
se acercan a los corazones purpuras,
el abrazo es el destino final
del querer trinado del ave
y su melodía sostenida
de mujer y su fuerza
hembra que quiebra...
que quiebra la sombra...
la sombra y el silencio
muerto;
Maria Esther...
Marita de manos llenas
vasija de barro en el soplo
del beso tibio
y la boca roja de pasión
en los besos que impregna...
que impregna como perfume
arcoiris en tiempos
de lluvias frescas en su rostro
mágica sonrisa
amiga
mujer:
Maria Esther...
Marita de hilos hilando corazones
rotos de llantos oprimidos
son aguas que se cruzan
los deseos del amor
que calma
el silencio
la espera
y el yo;
¿ pude ser tan sagrado el sentimiento, cuando la amistad llora la rosas de sus suspiros?
el carruaje las lleva de todos los colores
como el sentimiento engendrado
por los años y el silencio
el silencio y la distancia
resiliencia del pecador
cantar de los cantares
crisálida en las aguas
aguas del frío;
Maria Esther...
Marita de mi corazón secreto
nadie como vos para saber
los aceitunos verdes
y las uvas pasas
de las emociones
intrincadas;
María Esther...
el blanco luce excelso
en la figura de la novia
que espera al novio
esté al pie de la iglesia
esperando...
esperando nueces
esperando cielo
esperando pasión
esperando marrones estrellas
y nueces moscada,
vientres vírgenes
para fecundo
árbol de pájaros
en nidos
de golondrinas;
Amiga....
Te quiero tanto!
Marita...
¿ si las tormentas rociaran su rostro con el agua de lo bendito?
¿ si el flamenco danzara el vals de las gaviotas que en lo alto surcan el cielo mexicano?
¿ si mi Venezuela fuera libre como mis sentimientos para gritar tu nombre en los desiertos de lo confuso?
¿si tu silueta reviviera la escultural montaña de las flores silvestres que se marchitan en una mente que no acepta la belleza de la orquídeas blanca y enamorada?
Marita..
gracias por tu vida que me regales
en los brazos que me abrazan
y en los besos que me besan.
11/08/2017
Eduardo Antonio Taborda