Querido Aurelio una cosa vine a decirte:
Yo cada noche hablo con Dios,
con el corazón tan estrujado que siento que cabe en un puñito te perdonó,
después me perdono a mí y lloro un poquito,
aunque al día siguiente tenga algo nuevo que perdonarte y perdonarme y así todos los días...
esto se ha convertido en un ritual pero no por eso pierde valía
ya que todos los días lo hago con el mismo respeto y la misma lealtad a mis sentimientos,
lo hago todos los días porque aún te quiero y me quiero,
y porque aún hay mucho que perdonar
eso si Aurelio, me quiero mucho mas a mí
y es por esta ultima razón que no voy a estar más junto a ti.
Con cariño Eugenia.
Flor Hdez. México.