La soledad se despidiò ,
desde que llegaste a mi vida ,
ella querìa seguir hacièndome compañìa .
Pero tu exquisita presencia me cautivò ,
y esta triste señora , otro rumbo tomò .
Y hora mi vida , como las flores del campo ,
de mucho color me acompaña en mi caminar ,
y gozoso un nuevo rumbo me llenò tus brazos .
Tu palabra amorosa , que tanto bien le hacen ,
a este mi corazòn , que disfruta tanto el amor .
Porque soy su hijo , y su agricultor ,
y que mi boca siempre tenga ,
las simientes para expandirlas ,
en el firmamento de la vida ,
terrenal y celestial .