Me dormiré entre el silencio de tu abrazo,
Y la caricia de tus besos sobre mi frente,
Y soñare con ser tu estrella del ocaso,
Mientras nace tu universo en el oriente;
Te obsequiaré un haz de luz, del sol divino,
Que te enamora cada vez, en las mañanas,
Y ocultaré el reflejo más plateado,
De la luna más hermosa enamorada,
Que al notar la belleza moza, con que susurras,
Se siente tristemente apagada;
Me dormiré en el tibio abrazo,
Que me das mi fiel amada,
Y cuidaré de refugiarme, en aquel amable abrigo,
Y soñare embelesado, con tú tierno y dulce canto,
Con el cual tú ya dormitas, mi palabra y mi alma queda;
Te soñaré sin saber si estoy despierto,
O en mis sueños vive, siempre tu alma viva,
Y te buscaré en el medio del azul y claro cielo,
Y entre mis rezos y las tiernas golondrinas,
Para llevarte una carta, con mucho amor escrita,
Donde pregunte en que estrella tú te hallas,
Para raudo partir de mañanita;
Me dormiré entre tus besos, tus cariños y tus palabras,
Y despertando nuevamente, mirando tus luceros,
Entre tus labios y mis besos,
Preguntaré cuanto me amas.