Lore Cruz

MARIPOSAS

Las acendradas mariposas que en nuestro amor transitaban,
a otro cielo se fueron a dar su fulgor.
Las amarillas partieron llorando,
ellas eran quienes daban calor a las frías noches,
marcharon antes de perder su última gota de luz.
Las blancas con ademanes nostálgicos se despidieron,
no soportaron el caos que en nuestro jardín estábamos sembrando,
su paz a otras flores se decidieron a dar.
Lo exultante de aquellas mariposas rojas,
esas pequeñas traviesas,
las que hicieron de nuestras calles caricias interminables,
momentos de Epifanía y deleite,
corrieron otra cama,
la hipnomania que se apoderó de nuestro lecho,
las asusto,
en otras sabanas están jugueteando, llenas de climax,
amantes del placer,
ese que tantas veces nos abarcó.
El jubileo de las rosadas se extinguió,
los pequeños detalles,
el dulce de nuestra galaxia,
el romanticismo que se perdió en la jungla de nuestras excusas
vanas, superfluas,
sobredosis de lo intentare,
solicitudes de perdón cuando culpa no había,
hizo de ellas su anunciada muerte,
esperan ansiosas que tal vez otra alma,
espíritus llenos de armonía y amor, las resuciten.
Las mariposas negras son nuestro calabozo,
nos atan a un abismo sepulcral,
insisten en quedarse en un pueblo fantasma,
el de nuestro amor,
revolotean en nuestros espacios,
dando efímeras expectativas a un adiós que se tiene que dar.
Más ambos oramos que pronto lleguen las mariposas verdes,
nos liberen de estas cadenas,
puedas amarrarte a una existencia donde ellas reinen,
y mi camino ira de la mano de aquel que las mantenga vivas día a día.

LoreCruz
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2017