Y hablamos muchas veces
de nuestro amor pendiente
como dos caracoles en el fondo del río
alejándonos lento
acercándonos suave
y escondiendo caricias que nunca mas nos dimos.
Pero nos queda el tiempo
como amigo cercano
que nos da la esperanza de vivir nuestro sueño
o quizás no vivirlo
y destrozarlo luego
pero nunca diremos que no existió aquel vuelo.
Y hoy estamos los dos, con miradas lejanas
viviendo nuestros mundos , anhelando tenernos
para juntar las manos,
para contarnos versos
y seguir caminando a nuestro ansiado Cielo...