REZAR
Autor: Julio Barrantes, 1-31-17
-¿Rezas?
-Si... rezo
-¿A quién le rezas?
-Pues... a Dios
-¿Y cómo se llama tu Dios?
-Mi Dios tiene tantos nombres
que a ratos le llamo, solo Dios,
¿Por qué me lo preguntas?
-Es que frente a ti, solo veo una
cruz vacía, un madero cruzado,
no parece ser un Dios. ¿Para qué
te postras frente a una cruz vacía?
-Sí... como ves, está vacía ahora,
pero hubo un crucificado, un hombre
clavado de pies y manos, se entregó
porque quiso demostrar, que podía
soportar la culpa de los demás.
-¿Era un Dios?
- Fue un Avatar, un maestro puro, que
enseño a amar, a dar sin recibir, nos
enseñó a ser humildes, a amar al prójimo
igual como te amas a ti mismo. En Él, no
hubo egoísmo ni tampoco cobardía.
Regresó de la muerte, con más fuerza y más
poder, transformado. Nos dejó un legado
de amor y de humildad... esa cruz, ahora
vacía, me lo recuerda... el Cristo resucitado,
vive dentro de mí... ¿contesté bien su pregunta?