cuando hace unos días cenaba con María, me dijo que me escribiría un poema, y desde entonces espero leerlo, quizás ya lo haya hecho cuando me llamó rudo. Es una palabra que suele emplear para describirme por eso:
Llega para mí,
este poema que te escrito a ti, María.
Rudo es como me llamas,
la flor más dura que vive en mi jardín.
Y como sé como es esta flor.
quiero probar tu mano,
que me lance un verso
para descubrirte el pecho.
Tu corazón canta a mi rudeza.
Soporte en la pobreza.
Poco adornos tengo para atraerte.
Pero mi rudeza hará que aguante la impaciencia,
que siento por las ganas de besarte.
Angelillo de uixó.