Mi mayor sorpresa
es ver como en el cielo
se dibuja la infinidad de tu sonrisa
más allá de la fantasía y la realidad.
Te vi pasar en la senda de la luz
atrás dejaste un reguero de ilusiones,
sé que también te alegras, que también sueñas.
No sé en que cielo me perdí a vuelo de alma
o en que profundidad del mar soy naufrago;
me nace una flor estelar en el corazón
y es la poesía, fuerza de la inmortalidad.
Soportaría todo el peso de la existencia
tan solo por mirarte.
Cuando mis esperanzas mueran
es porque se me cumple el gran deseo
porque al fin soy feliz,
porque te miro.