Quise recordar palabras de ayer
para verter en ella
todo el caudal de sentimientos
que se anidan en mi alma
y quieren posarse en su corazón
y en su vida, en todo momento.
Recordar pude por ejemplo
que conversé con el universo,
con cada creatura que halle en mi mente
y a cada una pedí un favor,
porque quiero, a ella, tenerla cerca
aun que parezca que se encuentra ausente.
Vuelen palomas mensajeras, dije
y llévenle todos mis recados,
lleguen do quiera ella esté
y sepa mi amiga del alma
todo lo que la quiero y la querré.
Desbórdense los ríos y mares
y cubran de la tierra su inmensidad
y en sus caudales viaje todo mi amor
para que llegado hasta ella
mitigue de su existencia cualquier dolor.
Mariposas de mil colores surquen el espacio
y en su peregrinar hacia ella lleven en sus alas
la hermosura de la vida y compártanle a la amiga del alma mía
solo risas, solo cantos, solo dicha y alegría.
Aves de hermoso cantar,
mi serenata ustedes canten,
y en sus trinos entonen que por ella,
en todo momento, mi corazón late.
A los vientos, con los que las plantas se mecen
díjeles en su trasegar :
Llévenle de mi parte refresco a su alma
y piense que mis manos la acarician
cuando sienta el leve roce de la suave brisa.
Montes, colinas y valles, si por sus sendas
esa reina ha de pasar
háganle suave el camino
para que no vaya a tropezar,
y si ha de caer de pronto
Llegue a ella mi mano para ayudarle a levantar.
Misterios del tiempo y del espacio,
en últimas a ustedes pido:
díganle que mi vida es suya
Y que si mil años yo vivo, Mil años la voy a querer,
porque todo mi tiempo es para ella
y todo lo que tengo, para ella también.
JUAN JOSE CASTAÑEDA