A veces esperamos o nos vamos
en un tren imaginario, sentados
en el andén, de una estación cualquiera
sacamos billete de tercera
eso si de ida y de vuelta
y subimos en el último vagón
no llevamos mucho equipaje
un humilde traje de madera
y nos vamos, camino de la ciudad
el tren silva y garraspéa y corre
sobre los raíles, hace frío fuera
a lo lejos se quedan las luces
que entre la niebla parpadean
decimos adíos con la mirada
nos despide el paisaje, encrucijada
de caminos en el aire, tomamos asiento
esta solitario el vagón,respira el aliento
pasa el revisor pidiendo billetes
le damos en nuestro, lo mira y calla
suena el tren sobre los raíles
el baibén del movimiento, hace frío
entra el sueño y damos una cabezada
la noche bosteza callada, y nos mira
en silencio, miramos la hora
en un viejo reloj de pulsera
se ha parado el tiempo, sigue
el tren en movimiento, la espera
es larga, cansa el cuerpo, rompe
el alma, pero...A lo lejos hay una luz
reflejos, de una estación abandonada
monótono viaje, sin parada
la mirada perdida, en un rincón
de pronto una luz en el horizonte
es la aurora, por fin llegamos
su luz se hace brillante, nos bajamos
caminamos, con lágrimas en los ojos
nos esparán, nos abrazan y besan
por fin, nos encontramos, se acabó la espera
en la esperanza esperamos...