MANZANILLA

A LA LUZ DE UN CANDÍL, NOS MIRAMOS LOS DOS.

A la luz de un candíl, nos miramos los dos

brillan las pupilas, radiantes de amor

sin palabras, cogidos de la mano

se cercan nuestros labios, nos besamos...

La noche suspira, la luna nos mira

asomada a la ventana, cantan las ranas

en la ribera cercana, pasa un grillo

vestido de negro, por la cañada

ríe el agua, suenan los cencerros

todo brilla, como un espejo

cuanto transeúnte en la noche

de un cielo cuajado de estrellas...

¿ Por donde íbamos ? ¡ Ha si !

Y nos besamos, tiemblan

nuestra manos, un suspiro

rompe el aire, humilde mensajero

de una carta de amor sin escribir

sonríes, que maravilla, sensibles

pensamientos, de un amor sin fin

el sentimiento se sienta en su silla

a la luz de un candíl, tus ojos brillan

dos alma gemelas, gracias a Dios

se funden en una sola

hermosa historia de amor

en una humilde habitación

cuando llega la aurora

se abre la ventana, de la ilusión

que madruga, en camisón

alborada, blanca y sencilla

del amor que aunque pobre

brilla...