Natalia Aleiram

Sello

July 27, 2017

Y dejaré la luna helada cuando la templanza acaricié mi cara
Y se ocultaran las pirañas entres las hojas del río.
Río que tú visitarás con tu piel desnuda y no abandonarás;
Allí dejarás tus huesos ahora limpios
Huesos que yo besaré
y con ese beso sellaré el juramento de este adiós.

No clavaré un puñal en tu pecho
no dejaré una marca con mis huellas sobre tus sábanas.
Esta vez no veré tus ojos
no tocaré tu piel;
pues de tus huesos solo necesito comer
entender que allí en algún momento existió un corazón
que latió pero no sintió las caricias de aquella mujer
que en sus labios llevaba la  miel
para borrar de tu camino  los dolores