Si yo me llamara pablo, extrañaría ser Tania,
Lo sublimemente sexual que es ser mujer,
Extrañaría Las curvas simétricas y asimétricas,
…o incluso cuando llego a carecer de ellas…
Las delicadezas sustanciales, de acariciar como mujer, besar como mujer, de amar como mujer…
Si yo me llamara pablo, extrañaría la libertad de llorar cursilerías,
Y El poder escoger si oler a flores o a frutas,
Extrañaría las jornadas fatigosas, inexplicablemente masoquista, por intentar ser mas bella; rituales no justificados pero justificables, para ser admirada ante el espejo y por los ojos de quien se ama.
Si yo me llamara pablo, extrañaría la admiración profunda por mis iguales,
Que compartiendo mis debilidades, se hacen más fuerte ante sus circunstancias…
Extrañaría ver el mundo con ojos esperanzados…y el dar esperanza engendrando nueva vida.
Si me llamara pablo, extrañaría el ser Tania,
Extrañaría la auto exigencia de ser mejor, de esforzarme el doble, para poder ser considerada una igual,
Extrañaría mis manos, poder acariciar con ellas, con la sutileza que solo ellas conocen.
Extrañaría mis largas piernas, que encuentran en su languidez la perfección desnuda de despertar ensueños, aun no siendo perfectas.
Extrañaría “ las blancas colinas…los vasos del pecho, y las rosas del pubis” como describe Neruda, no por un amor narcisista, sino por ser ellas emblemas de mi feminidad.
Si me llamara pablo, extrañaría la manos fuertes que anhelan protegerme y darme seguridad,
y aun mas extrañaría las manos extendidas que esperan encontrar en mi refugio y consuelo en el temor.
Si me llamara pablo, no seria feliz, por que extrañaría ser tan yo como soy ahora, incluso cuando me odio…
/no justificándolo puedo entender quienes añoran para si lo mismo, el imitar el lienzo perfecto de da vinci, la obra ultima de Dios, y miro con respeto a quienes se desprenden de lo que yo ni aun siendo obligada nunca renunciaría: ser mujer/