Secreter, hojas de papel, lápiz.
Letra carbón, estrella resplandeciente.
Silla...
En lo más profundo de este momento
el sol se alinea y se consuma la musa,
como el ardiente tizón a las brasas que se besan,
fulguroso fuego que ahoga el frio de mi alma,
calor que reaviva la llama
en el tempano solitario
del recuerdo de un abrazo.
He aquí,
entregada a cada astro que se plasma
en el ensueño no vivido,
en el transcurrir de las horas
inexistentes e improbables
de este día cualquiera.