A ti, que eres poesía hilada con versos de cabellos largos y anáfora escondida entre rayones de plumas embriagadas que musitan tu nombre, te canta un corazón enamorado que siente el sudor del pedregal que el despiadado sol que te ilumina calienta en tus calles y en tu mar.
A ti que las plumas del insólito ingenio de los tuyos, cuan nave transitando mares de pensamientos por distintas fronteras, llevan a otros lugares pedazos de tu acervo cultural como trozos de tu propio corazón.
Tú, que guardas con tesón los aforismos sintiendo que tu entorno se ha dormido, no te has quedado a un lado del camino y ni siquiera tomas un respiro en incansables logros culturales. Eres grande e inmortal, fuente de gallardía, cuna cultural y mi sutil poesía: Azua del alma mía.
PABEDIZ