Al jugar con la nieve
el hielo te cubre las pestañas,
en una vendetta contra tu cuerpo.
La tinta, la sangre, la lluvia
el llanto de la luna
que ya no me decanta el mundo
de amor verdadero.
Los besos que te riego en la espalda
se te caen si te paras y me miras bailar.
Y bailo
y me acuesto a tu lado,
reivindicas mi ego
cuando me dices
lo mucho que te gusto,
me haces sentir
como toda la nieve
que cae contra tu piel.
No necesitas hacer ningún sonido
al parar de besarme.
Puedes pedirme lo que quieras,
porque a estas alturas
del invierno
soy toda tuya,
y tú
únicamente me pides calor.
Una tiara me decora el cabello con tus ganas.
Le hago un vestido con dandeliones al mundo,
y cuando te beso gira alrededor de nosotras
volviéndonos el sol.
Lo sentimos bailar hasta fundirse
anillado a nuestros tobillos,
a tu pecho,
y a todo el calor
con que me abrigas el alma.
Te coso los sueños uno a uno,
todo lo escribo a tu lado
padezco de una virtud
fugada por las rendijas
donde entra tu luz.
Amor mío, si estoy contigo,
ya no necesito escribir.
Nunca entiendes lo que te escribo,
debo explicarte los colores que emana la música,
y lo que significa sentirme hogar y fuerza
desde tus brazos.
Lo que significa darte hojas rotas
de otoño en un cuadro
y decirte que mi corazón está menos roto
desde que tú duermes desde mis sueños.
y yo sueño
desde los tuyos.
Cómo explicarte tantas cosas
e ignorar las fotografías que nos hacemos
y las ganas de llorar al querer que entiendas
que no son solo palabras contra sentido.
Que es mucho más profundo e incomprensible
que decirnos las razones por las que nos queremos.
Cómo beberte
sin renunciar a la sed de ti,
Cómo beber de otra boca
y renunciar a la sed de ti.
Si todas mis ganas
me las enseñas milla a milla.
Si tus valores coinciden
en mi falta de generosidad
y yo coincido en que la paz y la luz
relucen en tu sonrisa de tigres blancos.