Hoy quiero emborracharme contigo
y jugar al esconder
con los seres extraño que viven
agazapados en las alamedas de mis sueños.
Quiero ser esclavo de una caricia tuya
que me lleve
cogido de la mano por los jardines
y plazas de los pueblos
donde el rumor del agua
se funde con los gemidos del viento.
Hoy quiero dormir la siesta, a la sombra
del viejo árbol
donde tantas veces nos juramos amor eterno.