Los caminos siguen nublados
A su antojo
la tortura
cumple el mandato
Como las cámaras de gas
la bota
sigue dejando el tatuaje holocausto
La prisión
maloliente
ensangrentada
redobla el grito rebelde
La carcajada del dictador
entona la burla contra el mundo
Nunca pudo ser apagada la melodía del violín