Besar el clavel de tu boca, reposar en tus senos de canela, acariciarnos sin mirar el tiempo del reloj, sentir lentamente el calor de nuestros cuerpos y fundírnos en uno hasta moldeárlos con nuestra pasión.
Amarnos hasta el infinito, hasta que la luz del alba alumbre nuestros desnudos cuerpos embriagándose el rocío de nuestra desesperada noche de amor.
Los primeros rayos de sol iluminaran nuestros abrazos y besos quedando el molde de tu cuerpo dibujado entre las blancas sábanas de seda reflejando en tu cara una bella sonrisa de amor y pasión, el nuevo día nos llevara a la felicidad.
© José Cascales Muñoz
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15 de Agosto 2015