Cayó una lágrima
Sobre la hierba mustia,
donde la brisa solía acariciar
los pétalos y las hojas,
Las flores de los cerezos,
luego los troncos caían
algunos de viejos
otros por los mordiscos del hacha.
Solo un trino y el silencio,
Luego el invierno y el tiempo.
La brisa no encontró las hojas,
no encontró los pétalos
Solo ha encontrado dormida
el alma eterna del bosque.
Facian Solé