Edmundo Rodriguez

Y YO SIGO AMÀNDOTE

Que grato siento en mi alma tu presencia , 

que se une con la paz de mi corazòn .

 

Me llenas de un brillo en mis ojos , 

como el reflejo del sol despidièndose , 

en la montaña amorosa que lo acaricia , 

y le pide los ùltimos besos del dìa . 

 

Y el sol que es tan amoroso , 

le dice , amada montaña , 

tù eres la razòn de mi caminar . 

 

Y ella abre las copas de sus àrboles , 

y abrazan las tiernas palabras del sol , 

que no la deja de besar . 

 

Me deleito viendo y sintiendo ese amor , 

tan lleno de grandeza , que me hacen 

recordar tus bellas sonrisas , 

que no tienen tèrmino en mi corazòn . 

 

Y mi mente hace joyas , 

para colgarlas en el cielo , 

y que siempre me guìen este amor , 

que naciò allà y se ha multiplicado , 

aquì en este fèrtil planeta . 

 

Donde nuestros besos corren como rìos , 

 a unirse con la bella madre mar . 

 

Me haces sentir tantas cosas bellas , 

mi querida flor del cielo , 

y allà llego contigo , 

para gozar de tu exquisita compañìa . 

 

Y mis besos interminables , 

contigo quedan impresos , 

y vuelves a sonreìr , 

y yo sigo amàndote .