Estoy aprisionado en la soledad, las horas siguen acumulándose en esta amargura.
Estoy atado en la soledad como un prisionero, condenado a sufrir por un amor, camino con el alma devastada.
Camino entre las montañas que se forman en mis lágrimas, camino por los árboles y mi corazón parece detener sus latidos.
Estoy parado en lo más alto de esta montaña, estoy apresado en tu recuerdo, quizá estoy dormido, no sé si he muerto.
Un silencio tenebroso me rodea, no hay luz, todo es oscuro, la luna quizá se esconde entre las nubes, tal vez se avergüenza de verme tan infeliz.
No sé qué hacer, tengo miedo, mis brazos buscan entre el viento tus manos, no sé qué hacer, me muero y tú quizá ya me has olvidado.