En este verso yo te ensalzo
describiendo los detalles
con el más puro donaire
que resalte tu belleza,
la misma que me embelesa
y espero que a ti te agrade.
Una lagrima en tu cara
se parece al mar inmenso
porque su caudal intenso
parece que no acabara.
Una palabra en tus labios
parece una melodía
con la bella ortografía
de tu dulce diccionario.
Los encantos de tu piel
son como de terciopelo
porque atrapan sin saberlo
en horas de amanecer.
Con sólo tus pensamientos
basta para que tengamos
agarradas nuestras manos
haciendo breve el encuentro.