“La gente es capaz de hacer cualquier cosa,
aún la mas absurda, para evitar enfrentarse
con su propia alma”
Carl Jung
Hubo una sorpresa generalizada con la llegada de los pequeño hombrecitos verdes.
Los hombres todos, el mundo entero , se sintió vigilado y controlado.
Nadie, en realidad, dijo que los viera. Y todos dicen que les dijeron.
Solo por los que no los vieron,se supone que eran verdes, porque la imagen de presuntos invasores en la imaginería popular era la de pequeños humanoides verdes.
Eran intangibles y como todo lo que tenga tal propiedad eran intocables y volátiles. No se los podía detener.
Asuntos de negocios, sociales, sexuales, y de cualquier tipo eran objeto de las molestas visitas. Y el secreto político y militar ya no existía.
Y lo mas alarmante era que no se podía acabar con sus atrevidas, desubicadas y molestas presencias.
Era evidente que las culpas eran grandes, porque jamás hubo un reproche tan severo a la conciencia .
Y cada cual creaba a sus propios hombrecitos.
Y cada uno con el color de como lo veia.
Un arcoiris multicolor...Que no solo verde.
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