Pieza grata sin duda, tu zapato,
en conjunto, de la pulcra sonrisa,
tu vocación, fue ser una clarisa,
sin pretender, a ningún candidato.
Con hermanas, en el anonimato,
bordas en el monasterio, sin prisa,
jueves a la tarde, rezas en misa,
por las necesidades, sin mandato.
Con el privilegio de la pobreza,
vas perfumando, todo el escenario,
con la humildad, maravilla belleza.
Y tu misericordia, es la certeza,
de la vida plena, sin talonario,
con caridad, como mayor riqueza.