¡Cuánto tósigo olvidé en mi lengua!
¡Cuanto resabio corruptor de muelas!
¡Cuánta poesía torturada ya sin alas
queda llorando en mi garganta!
¡Cuánta ebriedad adulterando el pecho!
¡Cuánto ardor de dolor en vientre estrecho!
¡Cuánta frustación lisia mis piernas!
¡Cuánta gravedad a mis pies calza la tierra.!