Un domingo en la mañana
me encontraba sonriendo
con amigos en la iglesia,
me dí cuenta que él paso
y lo vi por siete segundos,
luego voltee la mirada
no quise ser obvia.
Más adelante una amiga
me comenta:
el chico que toca piano
te quedaba mirando.
Y es ese momento en el
que no sabes como reaccionar
y solo te preguntas:
¿Por qué me miro?