Hoy hemos paseado también por los mismos lugares y tus pasos con tu sonrisa iban dejando una estela de luz acompañadas por las mariposas que salían de tu cuerpo.
Se perdían por la noche iluminando los arcos del acueducto con sus bellos colores, el aire acariciaba nuestras caras con el movimiento de tus largos cabellos.
Nuestros besos y abrazos hacían crecer más mariposas que revoloteaban por nuestros cuerpos, todas tenían los colores de tus ojos y tus cabellos iluminando los jardines por donde pasamos de regreso.
Tú te quedaste con una mariposa pequeña, color negro, sus alas no las levantaba y se quedó grabada en tu piel al igual que tus labios cuando yo te doy esos suaves besos de pasión.
Pintura de Christian Schloe
© José Cascales Muñoz
Reservado todos los derechos.
21 de Agosto 2017