Vacio, siento este inmenso vacío por ti,
hoy que no habitas mi corazón desolado;
el oceáno de lágrimas me alejó de tu piel,
anegando la pasión que sentía en tus brazos.
El olvido arrasó nuestro pasado fugaz,
liberándome del hechizo que me ató a tu cielo.
Hoy mi corazón herido venció la batalla final:
de morir de pasión por ti, a sentir el vacìo eterno.
Abismo, siento este abismo en mi ser,
hoy que vencí este interminable duelo;
quebraste en pedazos mi alma, sin piedad,
destruyendo mi ilusión y mis sueños.
Atravesaste mi pecho con tu invisible puñal,
tus palabras de hiel desgarraron mis latidos.
Hoy cicatrizó la herida de mi alma inmortal:
de seguirte hasta el fin, a caer al abismo contigo.
Frio, siento este gélido frio en mi piel,
hoy que tu hoguera por fin se ha apagado,
te encontré y abrazada a tu torso otra vez,
no sentí ni un ápice de emoción a tu lado.
Destrozaste con tu cobardía mi pasión,
cayendo la venda que cegaba mis sentidos.
Hoy por fin te contemplé liberada del dolor:
de incendiarme por ti, a sentir tanto frío contigo.
Ado Medina
20/08/17
--------------------------------------
Este poema de Adoración Medina Albós se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España (https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es/)