El sol que se esfumina en el ocaso
desnuda el negro oscuro de la noche,
hora de espantos y cuentos de brujas,
las volátiles luces a su paso.
Colindan en abstracta simetría
las vibrantes estrellas que titilan,
un signo de apertura en pentagrama
elementos que hechizan todavía.
Los sibilinos céfiros oscuros
ocultan enigmáticos silencios,
eclipsando matices de misterio
que logran con Queimada sus conjuros.
Si tienes tierra, aire, agua y fuego,
harás que centellas y rayos truenen...
no creas, son los cuentos entre viejas
que toman esto, solo como un juego.
Hugo Blair M.
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