¡Por favor,
no tocar la puerta!
La soledad erótica
sueño de intelectuales
y escritores
del Nuevo Milenio,
de izquierda
o derecha,
del centro,
del este,
del oeste,
nada importa
en la intimidad
de la habitación.
¡No toquen la puerta!
¡No molestar!
¡Viva el sexo virtual!
La milagrosa Internet
¡Sexo! ¡Emociones!
¡Dinero! ¡Poder!,
lo soñado
se hace realidad
con tan sólo un “enter”.
El Otro,
el vecino estorba,
si es pobre…,
que se muera de una vez.
Lo virtual es el cielo.