Estefania Marel

A mi ciudad

Ciudad perlada

cuna de inmigrantes,

te forjaron esbelta

a pico y pala.

 

Estás protegida

por un observador bravío

que avista el valle

donde te han erigido.

 

Ahora eres otra,

luces imponente

con tus plantas frutales

y el río al frente.

 

Cada vez que te evoco

mi tierra querida

se renueva en mi pecho el orgullo

de ser de esta tierra argentina.