¿Qué hago pensando en vos todavía?
Mis manos son frías, me cuesta sentir
que aún tengo amor, y se vuelven los días,
un largo camino en que busco eximir,
reflejar el presente en un turbio pasado,
olvidar las risas que te supe dar,
soñar de repente que te hube olvidado
y ver en mi llanto que hube recordar.
Es cierta la congoja de pensar tus besos,
es dura la grima de sentir por ti
que no puedo abrirme y llegar acaso
a creer que no vuelva nunca a amar así
de nuevo, me aterra revivir las cosas,
saber que a tu lado yo fui tan feliz,
me siento deshecho, me rompe y destroza
que ante tu sonrisa dejo de sufrir.
Eres el fantasma ante todas las cosas
naces de las sombras rotas de mi hogar,
te siento en los vasos donde bebo cierto
la melancolía de la soledad.
Comienza siempre de lo que vivimos
el abrupto helado de mi desidia,
abandono todo lo que el mundo ofrece
y me ahogo en las brazos de mi lenta ruina.
Es infinito y sucio mi andar en la vida
tropiezo con tu risa, me estorba tu mirar,
llevo arrastrando la pesada carga
como si aún te viera alcanzarme abrazar.
En un ancho gris de enjuta ceniza
son negras las brisas y no hay nada más,
el sol ya no sale, las aves no trinan,
no encuentra a razones su dulce cantar.
Me encierra mi mente en sentir tu mano
aún pegada a mi dedos, me he entregado así ,
me acuesto contigo en el mismo deseo
que cargo en el hueco que hay dentro de mí.
Llegamos tan lejos y no somos nada,
soy el mismo de antes, pero ya no estoy
profuso en aquello que aprendí a obsequiarte
y que aguarda estúpido el día de hoy
brillar como sabe, brillar como puede ,
brillar como iluso algún día brilló,
si antes dolía el creer que había muerto
hoy me duele el doble que no feneció.
El tiempo no sabe de sufrir, y lo demuestra
en un ente bruto que ve mi estertor,
no corre y aprecia dejarme en los mares
de llanto que arraigo a mi corazón.
Es un único camino de simbolismos
que me traen desprecio, tan agrio el vivir
se me hace y me cuesta, no oír el cinismo,
las voces horribles que espuman por ti,
al hablar de amor, al pensar la dicha,
al fundir mi sentido en el mañana,
cuando antes fue mi dogma ese futuro
hoy es solo aquello que absorbe mis ganas
de buscar la forma de ser alguien,
que encuentre en toda cosa la fortuna,
que ansíe de sus pasos altos ecos,
saliendo airoso de aquello que lo abruma.
Te ansío tan lejos y estás tan cerca,
te añoro tan cerca y estás tan distante,
te sufro a mi lado y te sufro alejada,
en silencio dueles en ninguna parte.