Cariño dime del amor
Que sería si no nos hubiéramos
Detenido por fugaces eternidades
Sin temor a cristalizarnos en el tiempo
Cristalino y sin dolor de abrirnos
Heridas, qué sería dime del pacto
Sobre la impostergable huida
Del mundo cada vez que somos uno
Todo el resto se diluye en su individuo
Y no volver por amor al camino
Producto delicado entre el sonido
Y movimiento, nosotros que seríamos
Por amarnos en el camino sino fuéramos
También parte paisaje y contemplar lo que se lleva
Tan adentro como fuera
Tanta discordia a la lejanía
Ardiendo en forma de estrellas
Que sería de la noche sin su tristeza
Y que sería del camino solitario
Sino hubiera de caminantes sombra
Ya leyendas que lo acompañaran
Dime que sería de las órbitas
Marcando a fuego lento los pasajes
Sino hubieran rutas penumbrosa
Quien aprovisionaría en cual
Estancia pasajera cual visión o aquella
Quien inscribiría en sí su historia
Alguna historia quién en armas
Armaría al recuerdo sin olvido, dime
Que harían todos los monumentos
Desproblados cuando nos hayamos idos
Que harían todas aquellas ciudades desnudas
Por quién lloraría ya el río
Que nutre con su saliva pura a los impuros
Aquellos por siempre vagan sedientos
Y hambrientos de saber o no saber ya lo sabido
El conocimiento suficiente para la vida
Pero no el necesario para la muerte
O la ignorancia indestructible para la huida
La ciudad estará allá afuera, tan triste
De su lejanía y el puente
O la soga que enlaza los abismos
No encontrarás el sentido
Por el restos de sus vidas
Sina la última mínima hormiga
O fuego desaparecieron ya de golpe
Al olvido ya nada sería tan perfecto
Cómo en su conjunto era, todo
Siendo uno sin saberlo.