Las calles de ceniza saludan al porvenir,
mientras que las aladas garras de los poetas
acaparan los gloriosos instantes inmersos
en la Historia, sin cinismos, acompañan
a los parlantes por su deambular entre las sombras.
Las luces led diapasones difusos.
Ofuscada por tanto resplandor,
a la Parca le han robado la cartera
repleta de cupones de un banco de esperma,
dos guajes tatuados por la trata invisible de los besos;
amantes disueltos bajo la niebla.
Os recuerdo que resoplando, sin fuelle alguno,
hemos tomado la calle
frente a los traficantes de viento.
Libertad inclina tu antorcha al suave costado del Océano.
En las yemas de tus dedos han brotado pequeños fragmentos de miedo.
Has visto percutir los ritmos de sirenas dolientes
sorda enmudecida,
al derrumbarse los falos de los Atlantes.
Las líneas desde entonces, son tan anarquistas
que cuando escribimos perforamos
la linde de la inexistencia.
Libertad hazte libertaria, escupe tus bronces a los clavos del Hudson
y asiré tu corona con mis dedos entumecidos,
levantando tu túnica para verte mojada como una diosa griega,
en tus entrañas ataúdes abandonados en Arlington
simulan una barca preñada que naufraga en la Estigia,
emascúlate, abandona
sus tablas para que los polizones crucen la inmensidad.
Con nuestros sueños nocturnos, mellaremos tu esqueleto de hierro,
para pescar las palabras precisas, elevaremos una barricada,
no te preocupes frente a torres tendrás multitudes,
vacía y transitable, te llenaremos de estiércol
para que te pueblen las lombrices .
Nunca olvides lo que excita tu torso, más no es mi lengua
abrasada por las esquinas de tu epidermis musgosa,
de tus ojos nieva una papilla de bifaces que alimentan a los nonatos,
son las cuñas de esquirlas encendidas
por estalactitas.
Libertad libera a tus amantes,
que podamos enterrar el alma,
envuelta en el LIFE,
en las letrinas de la isla de Ellis.