Adrián

Mirar y recordar

Miro al mar porque
mi corazón maldito
me obliga a hacerlo.

Quiero buscarte,
aun sabiendo que te quedarás
en el tormentoso horizonte.

Recuerdo como si fuese un sueño
tu voz lanzándome olas y truenos de desesperación.

Nuestros bailes,
dibujando nuestros nombres en la arena
y hundiéndonos en profunda pasión.

Miro al mar porque estoy desesperado como un náufrago,
dirás que soy un idiota
que podría olvidarte
como cuando un samurai se hacía el harakiri
escapando de este infierno.

Pero es que ni siquiera puedo lanzar botellas llenas de esperanza y vacías de miedo

Miro al mar porque solo un loco como yo puede hacerlo,
me da igual
aunque la razón tenga a mi locura en terrible cautiverio.

Recuerdo como si fuese un sueño tus pupilas dilatadas,
mirándome durante siglos
y mi tímida mirada,
conquistándote con sutileza
para mantener el tipo.

Tu cuerpo entrelazándose con el mío,
que pasan de obedecer a la tercera Ley de Newton.

Miro, recuerdo, miro, recuerdo...

Parece ser que no puedo salir de esta locura.
Por una vez creí haber sido yo león y tu cordero,
hasta que mi corazón fue envenenado por tu hermosura.