Para Kavi
Las manos de tu madre son gigantes
solo ellas abarcan los dos mundos.
Fueron guardián en este, de tus pasos
y ahora desde el otro, te protegen.
Aquí gozaste de sus tiernos besos
y ahora en suave viento los mantiene.
Contempla agradecido su retrato
y encuentra entre las nubes su mirada.
Tráela con amor hasta tus sueños
y veras cuan ameno te conversa
y habrá en sus labios la sonrisa
de saber que su hijo la venera.
No la llores, devuélvele en sonrisas
las luchas que por ti ella vivió
ofrécele una flor agradecido
por el mucho amor que ella te dio.