ENVEJECER ACOSA Y ACECHA
Como se pasan los años, sin darnos cuenta llegamos a la vejez
Hemos disfrutado la vida, sin tedio con algo de timidez
Con achaques y dolencias, de caídas con triunfos de sensatez
De vigoroso y despierto a tembloroso e inútil sin nitidez
Envejecer nos persigue, sin tregua con miedo a desfallecer
Nos acosan los años, sin reposo, sin pausas para reconocer
Acechan los olvidos, se despoja la belleza que tiende a desaparecer
Se esfuma la alegría, disfrazada de sonrisas, tratando de esconder
Nos acecha la vejez, doblando la esquina cautelosamente
Se vuelven tristes los sueños, esperando el milagro siguiente
Buscando la aurora que nos despierte del letargo lentamente
La juventud se ha perdido, presurosos, se busca el remedio bruscamente
Llegan los disfraces, cargados con costosos e inútiles aditamentos
Se agota la experiencia, con trémula madurez de movimientos
El camino se vuelve tortuoso, de pesadumbre con sentimientos
Las emociones se convierten en alaridos angustiosos de sufrimientos
Tímidamente nos acercamos a la vejez, sin pausas para los remordimientos
Envejecer nos arrincona, con tormentas hacía el precipicio
Nos ejercitamos buscando el placer que nos lleve al sacrificio
Se agotan las fuerzas, reflejando en la mirada como si fuera un maleficio
Se esfuman los recuerdos, olvidando tristezas sin beneficios
La vida es tan hermosa, que siempre se añora cautivadora
Se baila y se goza de pasiones que emociona y enamora
Se ríe y se llora, de trabajos con penas merecedoras
No se piensa en la vejez, que agota el pensamiento de luz encantadora
Envejecer, disminuye las fuerzas, que escalan lo difícil de la montaña
La esperanza se pierde, entre los recuerdos tristes que acompaña
Sin entender, nos persiguen las dudas de la madurez que extraña
Asumiendo el reto de vencer las adversidades, como si fueran hazaña
Que importa envejecer, si el espíritu llama a rejuvenecer
Salir a caminar, tomarse un tinto con amigos, recordar su permanecer
Hacer la siesta y poder resolver, de las inclemencias desaparecer
Conservar la alegría, rodearse de nietos, la felicidad por fin es un placer
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla- Bucaramanga, agosto 25-2017