Palidezco hiedra cascada
En la jungla de manglar
Apetezco un clarido oscuro
Del claro de marfil
Hoy quiero cruzar el diáfano
Del tácito noble caudal
Visible solo a mis ojos
Aquella espesura del campo albino
Despertar y ver el nogal
Del árbol caído
Por la hiedra ornamental
Del cielo entumecido
Cambiar de raíz la primitiva tenue cordura
Botar el leño perdido de aquel árbol caído
Liberar el níveo de la brisas sol
Viajar a estribor, conducir la marea
De aquel galeón
Por los cielos mas inhóspitos de Neptuno