Espero el hueco vacío
donde reinventár mis parpádos y cada hueso
con preludios continuos
que nacen y se extinguen.
Espero el aire colmado de espacios
donde recrear cada color oportuno
con trazos discontinuos
de tinta y despertáres.
Espero como cualquier alma ensimismada
en las horas que busco y me encuentran.
Espero como el alma que no busca nada
y se deja atravesar
por la luz que me alumbra,
por el calor que me alberga.
Espero como el alma abandonada
que encuentra promesas,
o el alma interrumpida
que pierde respuestas.
Espero como el alma siempre desconocida
que se mantiene ajena y quieta.
Espero como el alma que se prolonga
para enraizárse en el fondo de ti.
Espero como el alma que se quiebra
y aprende, al fín, a vivir.
AUTORA - Merche Monroy Fernandez